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REFLEXION SOBRE EL CONTROL Y LA AUDITORIA ANTE LA PANDEMIA DEL COVID 19.

REFLEXION SOBRE EL CONTROL Y LA AUDITORIA ANTE LA PANDEMIA DEL COVID 19.

 Autor: José Antonio Rivera Cordero

Lic. En Contaduría Pública

Maestro en Consultoría Empresarial

A nuestros posibles asociados y agremiados de la Cooperativa en formación, hoy les traemos al recuento una reflexión sobre los cambios a realizar en el trabajo de campo de la auditoría, debido a que es un momento de gran incertidumbre para realizar dichas actividades y esto es hacer un llamamiento para reforzar algunas herramientas que se consideran imprescindibles para los auditores, tanto si trabajan en el sector público como en el sector privado. Veamos esta reflexión sobre las líneas a seguir en el mundo sobre el control público que se debe ejercer.

La pandemia del coronavirus ha dado pie a que, tanto en el sector público como en el sector privado, se generen amplios espacios de discrecionalidad para dar una respuesta inmediata y oportuna a esta problemática; sin embargo, esto también puede conducir a riesgos de incumplimiento y de corrupción donde se busque aprovechar la crisis en favor de intereses particulares, en detrimento del interés público y del sector empresarial.

Estamos teniendo noticias como la del lunes 11 de mayo de 2020, donde sorprendió la repentina renuncia de cinco representantes de la empresa privada y del sector académico del “Comité del Fondo de Emergencia, Recuperación y Reconstrucción Económica”, encargado de fiscalizar el uso del millonario fondo para atender la emergencia del covid-19.

ANEP asegura que, luego de juramentado el comité fiscalizador de fondos, el gobierno sometió a la Asamblea Legislativa las reformas al decreto original (Decreto 608) “con el propósito de designar destinos específicos a los fondos autorizados, dejando sin efecto el propósito de supervisión del comité” en el caso de los fondos públicos, esta circunstancia se da cuando son obligados a presentar sus declaraciones juradas ante la Corte Suprema de Justicia, porque estas personas no quisieron someterse al escrutinio público, será que ya tenían un conflicto de interés en las negociaciones o hay otras razones de peso que se desconocen.  

Por otra parte, en vista de la magnitud de los programas anunciados en diferentes países, que incluyen obras públicas, millonarios salvatajes de la economía y adquisición masiva de medicamentos y bienes básicos, entre otros, Transparencia Internacional (TI) advierte que esta situación abre las puertas al mal uso de recursos públicos.

“Hay una falsa dicotomía entre transparencia y estado de derecho con llevar alivio oportuno de la presencia de este virus en el Salvador y en el Mundo Entero”, la experiencia internacional muestra lo contrario: que los países con mayor institucionalidad y acceso a la información pública son mejores para contener y mitigar los efectos de este tipo de crisis. Esto, pues el flujo constante de datos permite a diferentes sectores ofrecer apoyos oportunos, además de ayudar a focalizar diferentes medidas y generar confianza en la población. Esto último, reduce el pánico en la ciudadanía

Por otra parte, Fusades advierte que cerca de un millón de salvadoreños que trabajan en el sector informal no tienen ingresos para sopesar la recesión provocada por la pandemia. El impacto económico por la pandemia del COVID-19 desplomaría el mercado laboral en El Salvador a niveles no vistos en los últimos 40 años y amenaza con dejar en las filas del desempleo a más de 80,000 personas.

"Estimaciones de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) y de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) proyectan una pérdida de entre 80,000 y 110,000 empleos durante 2020, lo que equivale al doble del desempleo que ocasionó la crisis financiera de 2009."

En El Salvador hay más de tres millones de personas económicamente activas (PEA), de los cuales un 20 % de la fuerza laboral se encuentra en el sector formal y el resto se emplea en área informal. Es decir: “un millón de salvadoreños por hoy tienen complicado recibir ingresos”.

 En su análisis, la UFG reflexiona en la necesidad de ser más efectivos en atender la doble curva que provoca la pandemia del COVID-19: la sanitaria y la económica, pero a la fecha se hace su aplicabilidad a la de Salud, sin embargo noticias como “ya no tenemos que comer” deben preocupar….

 Del mismo modo, todo el mercado laboral está mutando para adaptarse a la nueva realidad postCOVID-19. Lo anterior, hace ver que las empresas también busquen otra alternativa por lo cual se están reinventando, algunas cambiando de giro y otras esperando la buena de Dios, y algunas aprovechando la situación para meterse en el mercado ofreciendo productos necesarios para hacerle frente a la crisis que se tiene y que se avecina con mayor fuerza hacia el déficit económico, lo cual podría desencadenar colusión en las empresas, corrupción en los procesos de compras; en este contexto, a los y aprovechamiento de las donaciones recibidas por terceras personas, lo cual debería estar en sintonía de la aplicación de la Ley de lavado de Dinero y de Activos; otros aprovechando las plataformas de redes sociales han hecho negocios con entregas a domicilio los cuales sin duda no han sido facturados, situaciones como las detalladas y otras, deberán ser sujetas de auditaría por lo que los profesionales de contaduría se les avecina realizar procedimientos de auditoría que ayuden a determinar los flujos de información que podrían estar sesgadas o se hayan prestado a negociaciones ilícitas o desviadas, por lo que en vista de ello se le sugieren las recomendaciones siguientes:

Hoy más que nunca el auditor debe mantenerse alerta de los cambios regulatorios que impactan en las entidades, dado el entorno cambiante derivado del covid 19. Asimismo, debe realizar un mapeo ad hoc de los riesgos de corrupción que podrían materializarse con la contingencia.

Los canales de denuncia deben continuar operando, dado que son un mecanismo fundamental para identificar banderas rojas, derivadas de las denuncias que podrían comunicarse sobre el uso indebido de recursos o faltas de conducta. Es necesario difundir y fomentar la utilización, vía remota, de tales canales.

Los protocolos de ciberseguridad deben mantenerse, sobre todo en este entorno de home office, a fin de salvaguardar la información de las entidades y de sus integrantes, dado que existe un alto riesgo de que los sistemas de información sean vulnerados.

Las contrataciones estratégicas de toda índole deben continuar sujetas a un proceso de duediligence, el cual debe caracterizarse por ser ágil y no exhaustivo, sino centrado exclusivamente en los aspectos prioritarios de dichas contrataciones.

En definitiva, resulta necesario extremar la atención a todos aquellos procesos que hayan sido afectados por la pandemia y que sean proclives al uso indebido de recursos, el despilfarro y el abuso al que puede conducir la discrecionalidad y las fallas en los mecanismos de control.

La verdad es que en estos momentos hay diversos factores que hacen muy difícil realizar un análisis económico y financiero certero y exento de la influencia que las emociones vienen en condiciones tan embarazosas.

Lo principal es sin duda, la evolución de la situación sanitaria. Ésta es la prioridad con la que todos debemos comprometernos, a practicar las medidas de bioseguridad pero, a pesar de ser el objetivo principal de todos y la del gobierno y todos los del mundo, no sabemos exactamente cómo se va a comportar en los próximos días y meses y hasta cuándo vamos a llegar.

La dificultad para conocer cuál va a ser su evolución complica también el análisis macroeconómico. De momento, con el COVID19, todos los días recibimos cientos de informaciones diferentes en los diferentes medios masivos de comunicación, pero realmente seguimos desconociendo la profundidad de la crisis y el efecto potencial de todas las medidas que los gobiernos están adoptando y es así como algunos han colapsado desde el punto de vista de los efectos hacia la población más vulnerable.

 Muchas empresas han decidido proseguir adelante con los plazos, por lo que los problemas y retos están siendo numerosos, intuimos la gravedad de la situación y la magnitud de las medidas adoptadas, pero, sin buenos datos, evaluar la situación es un error en el que no podemos caer. Por eso, en este entorno de incertidumbre, el resultado de las auditorías que se van a ir publicando en las próximas semanas y meses van a constituir uno de los primeros diagnósticos fiables de la situación empresarial, poniéndose de nuevo su valor fundamental como referencia para todo el sistema económico.

 Junto a éste y otros problemas comunes al resto del tejido productivo, el COVID19 ha generado en la auditoría, un reto especial por el momento en el que ha llegado: justo cuando muchas empresas estaban abordando su proceso de formulación, aprobación y publicación de sus estados financieros del 2019, momento crítico para la labor del auditor.

 Una de las primeras medidas que adoptó el Gobierno, al poco de declarar el Estado de Emergencia, no fue la flexibilización de los plazos legales para abordar los procesos fiscales, pero, aun así, numerosas empresas no han logrado ponerse al día, de lo cual se está en las expectativas cual será el rumbo por que el Ejecutivo y el Legislativo no se ponen de acuerdo, situación que podrían impactar en multas e intereses por incumplimiento de aspectos formales, por lo que dichos problemas y retos están siendo numerosos, siendo así que algunas empresas se han confinado por las limitaciones de cierre gubernamental al no estar dentro de la lista para operar.

Seguramente lo más importante a que se enfrentan los auditores, en una situación como la actual, es emitir su informe sobre las operaciones auditadas de las empresas de un año ya finalizado, pero sin olvidar lo que está sucediendo en estos momentos.

 Es lo que en nuestro lenguaje se conoce como "hechos posteriores" y sus implicaciones, entre otras, en el valor de sus inversiones, la caída de ingresos tan significativa que están sufriendo muchas empresas, que se pueda poner en duda su continuidad, etc.

 Ante este tipo de escenarios el auditor tendrá que evaluar la situación y, en su caso, hacer nuevas pruebas "Test, test, test"- y considerar los resultados en su informe, pero no todos los retos a los que nos estamos enfrentando son negativos. A nivel tecnológico el impacto que va a generar esta situación está siendo mayúsculo y va a suponer un cambio radical en nuestras organizaciones, en nuestra forma de trabajar y en nuestra relación con los clientes.

 El sector de la auditoría vivía hasta ahora una doble realidad. Por una parte, a nivel nacional somos un ejemplo si se nos compara con otros sectores como el caso de otros servicios. Un ejemplo de esta situación es que, ahora mismo, el 100% de los equipos activos de auditoría de las firmas grandes y medianas están teletrabajando. Y lo están haciendo sin necesidades de grandes tensiones en sus organizaciones.

Los "test" que antes entendíamos que era imprescindible hacerlos físicamente también se pueden hacer de otra forma; sin embargo, esta situación ha puesto de manifiesto el nivel insuficiente de innovación tecnológica en su relación con el cliente. Nos hemos dado cuenta de que aspectos sobre los que venimos discutiendo hasta ahora sin prisas, que tecnológicamente estaban solucionados, pero sobre los que existían dudas jurídicas o técnicas, como la firma digital, los inventarios mediante imágenes en diferido o las herramientas para la adopción de acuerdos en reuniones no presenciales, han pasado a ser indispensables, no sólo en estos momentos, sino para siempre.

Desgraciadamente, muchos de los auditores de menor dimensión todavía no tenemos capacidad para teletrabajar. En estas circunstancias o en casos en los que los clientes así lo han decidido, no ha habido más remedio que posponer todo el proceso de emisión del informe del auditor y la aprobación de cuentas al fin del Estado de Emergencia, considerando los tiempos de las leyes vigentes antes de la Pandemia.

 Por estos motivos, hay muchas posibilidades de que los auditores finalizarán la cuarentena, ya con la aplicación del decreto ejecutivo No. 639 amparados a la resolución ministerial Autorización de Contadores Públicos del 12 de mayo de 2020 dónde amplia el contenido del artículo 8 sobre la Ley de Regulación Para el Aislamiento, Cuarenta, Observación  y Vigilancia por Covi 19, y que sea de paso nos faculta para salir a trabajar y enfrentarnos a unos meses con alta carga de trabajo, ya que además dicho Decreto Legislativo ya no fue prorrogado en la Sesión Plenaria ordinaria No. 106, celebrada el jueves 14 de mayo de 2020 de forma que las empresas que necesiten aprobar sus Estados Financieros y ponerse al día con las cuentas fiscales así como de poder repartir dividendos, para acceder a ayudas públicas o para acreditar su solvencia fiscal o tributaria lo hagan en tiempo y forma con base al  Dictamen favorable N.° 314, sobre la iniciativa del presidente de la República por medio del Ministro de Hacienda, en el sentido se emita Ley Transitoria para Facilitar el Cumplimiento Voluntario de Obligaciones Tributarias en virtud de la Emergencia Nacional Ocasionada por la Pandemia por COVID-19. Expediente N.° 2006-5-2020-1, cuyo Decreto está pendiente de emisión en el Diario Oficial.

¡Seguramente no seremos los únicos en el planeta que tendremos que hacer un esfuerzo durante estos meses y será una forma de demostrar, una vez más, el compromiso con nuestro país y con nuestras empresas, especialmente importante en estos momentos de crisis sabiendo que “Juntos Saldremos Adelante!”.

Comentarios

  1. Buen artículo, muy importante la objetividad, transparencia, el contador/ auditor no debe ser solo contabilizar, sino ser el ente analítico; que brinde una postura de confianza económica a sus clientes, a través de sus controles que van surgiendo en medio de tantos cambios a nivel mundial, muy bien Lic.

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